Esta loable tarea se ha visto materializada, a través del trabajo impulsado por el Gobierno Bolivariano en las comunidades, con el fin de brindar información para el reconocimiento y manejo de los trastornos de la coagulación, que son los causantes de la falta de una proteína en el organismo que no permite coagular adecuadamente
Vale la pena resaltar que la Hemofilia es una enfermedad hereditaria que no permite la coagulación sanguínea, siendo la segunda enfermedad hemorrágica más frecuente en las personas. Además de la incidencia hereditaria como factor de transmisión, existen mutaciones genéticas (sin antecedentes de la familia) en alguno de los casos: sin embargo, con el avance científico puede prevenirse el nacimiento de bebés con padecimiento de la enfermedad con lo que varía el porcentaje.
Clasificación de la Hemofilia
De acuerdo a la clasificación de la enfermedad, existen tres tipos de hemofilia: A, B y C. La hemofilia A, se produce cuando hay déficit en el factor VIII de coagulación. La incidencia en la hemofilia A se puede decir que es de una persona por cada 5 mil varones vivos.
La Hemofilia B, se origina cuando hay un déficit del factor IX de coagulación, esta clasificación es de 1 por cada 100 mil varones vivos. Es necesario aclarar que en los casos de hemofilia B, se presenta una variante denominada hemofilia B de Leyden, la cual es menos común, porque muestra una característica extremadamente inusual de expresión dependiente de la edad.
En cambio, la Hemofilia C, se desencadena cuando hay un déficit del factor XI de coagulación y es la menos común que las otras dos anteriores.
Las hemorragias causan artritis
Un paciente con hemorragias articulares pueden derivar en una artritis (inflamación de las articulaciones), deformidades e incapacidad física; mientras que las hemorragias musculare afectan generalmente a la pantorrilla, al muslo o al antebrazo, que se deben generalmente a una lesión, pero a veces se producen de manera espontánea.
La hinchazón que aparece por esta causa puede ir desarrollándose en un plazo de varios días, creando una presión en el interior del músculo, con posibilidad de que se dañen los nervios y vasos sanguíneos: los síntomas incluyen compresión muscular, dolor, alteración de la temperatura corporal, hormigueo y entumecimiento».
Todo tipo de lesión del cuello o de la cabeza es, potencialmente, de sumo peligro para cualquier hemofílico: Las hemorragias de cuello y garganta a veces obstruyen la respiración, las lesiones de la cabeza, incluso una caída de poca importancia en una persona normal o un golpe en la cabeza pueden ser causa de hemorragia cerebral, presentando: irritabilidad, dolor de cabeza, confusión mental, náuseas, vómito y visión doble (diplopía).
Atención y tratamiento
Cabe destacar que este grupo de pacientes recibe atención y tratamiento oportuno por un equipo de multidisciplinario conformado por especialistas en dolores crónicos, odontólogos, genetistas, hepatólogos, infectólogos, inmunólogos, ginecólogo/obstetras, entre otros, quienes trabajan articuladamente para permitir que estos individuos desarrollen adecuadamente sus actividades educativas, laborales y recreativas, así como evitar todo tipo se secuelas, principalmente en las articulares.
Medidas preventivas
La máxima cartera sanitaria del país recomienda a este sector de la población: evitar tropezar con superficies duras y/o caerse al suelo; realizar deportes de alto impacto, entre otras actividades físicas que afecte su salud, ya que puede ocasionar sangramiento en los músculos y articulaciones (donde se juntan dos huesos).
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